BITACORAS


Porqué escribimos, porque escribimos, porque recopilamos

La necesidad inconsciente de dejar huella, y trascender es la manera en como los humanos intentamos plasmar de manera permanente lo que hacemos cotidianamente.

Tal vez, la necesidad de expresión, o un egoísta deseo que en el futuro alguien estudie como vivíamos, lo que hacíamos, o puede ser también el deseo de sentirnos importantes, de sentir que hacemos algo diferente a los demás de distanciarnos del género.

O simplemente para en un futuro abrir lo escrito o lo dibujado y ver cómo pensabamos y lo que hacíamos en aquel tiempo, para algunos es más fácil recordar cosas por medio de dibujos, a otros se les facilita más escribirlo o por medio de garabatos, cada quien se entiende; hay muchas maneras de expresarse.

La proliferación de blogs y las redes sociales son la principal muestra de la necesidad de expresión, aunque esto no es tan nuevo, esto se ha hecho desde siempre, es sólo que hoy las cosas son más públicas, son globales y tenemos Internet.

Son muchos quienes llevan un diario, algunos de manera inconsciente llevan una agenda y registran eventos, cosas que compran, citas y actividades que realizan, hay quienes lo hacen con su mismo trabajo, de alguna manera recuerdan lo que hicieron en otro tiempo con sólo ver el trabajo que hicieron, con la venta que cerraron ese día. Tienen objetos o eventos encadenados a recuerdos.

Picasso decía que pintar es una manera de llevar un diario, tal vez por eso fue tan prolífico, Leonardo Da Vinci fue muy famoso por sus bitácoras, él documentó sobre muchos y variados temas y son muy valiosos los bocetos, dibujos, estudios y apuntes que se encuentran en ellas. Los mismos evangelios son una especie de bitácora.

No dudo que muchas de las cosas que los antropólogos estudian, como los códices mayas, las jeroglíficos egipcios en las pirámides, son algun tipo de bitacora grabados de manera permanente, y de forma cotidiana.

De igual forma los músicos, su legado pueden ser una especie de registro que a los demás nos parece una impresionante sinfonía pero la manera como porcibimos lo acordes, pudo ser la manera de cómo se sentía Mozart la mañana que la escribió.

Puede que pronto (o ya mismo) haya una especialidad en la informática que se dedique a estudiar las bitácoras digitales (blogs) y programas, y de esa manera, al igual que la antropología tradicional, determinar razgos de la población actual, y la pasada, de igual manera la computación forense, que determina por medio de los datos de las computadoras incautadas a criminales les determinan y les fincan cargos.

De una manera o de otra vamos dejando huella, ya sea con lo que realizamos en el trabajo, o lo que estudiamos, es solo que la manera de expresarlo cambia de una época a otra, y si lo hacemos de manera inconsciente, porque no hacerlo por voluntad, de manera sistemática y llevar una bitácora del día a día, podría sacarse algo de provecho.

Aquí estamos...