MEXICANOS AL ARROLLO

Y como siempre, me quedé callado.

El jueves pasado durante la plática-conferencia sobre pintura China, aún sobre lo gutural que es el lenguaje chino y la alegre voz de la chica de nombre impronunciable que era la traductora, creí notar cierto aire condescendiente que considero normal en el pintor, y dicho sea de paso me gustó su obra. Sólo eso, me gustó punto.

Quise preguntarle algo , pero mejor pensé...


El pintor, mencionó el futbol, que a él le gustaba tanto la pintura como a los ensenadenses el futbol, pero QUIÉN DIJO que los Ensenadenses somos grandes "Fanáticos del futbol" y no es para menos que se crea eso ya que en pruebas internacionales, los mexicanos sufrimos con nuestra Selección y nuestra liga, pero en Baja California ¿qué?.

Lo anterior me llevó a pensar en como nos percibe el mundo, no sólo a los ensenadenses, si no a los bajacalifornianos y a los mexicanos en general.

Las marrullerías de nuestros políticos, especificamente (un ex-candidato a la presidencia) en una competencia internacional en Alemania, un narcotraficante y un monopolista entre los millonarios de millonarios del mundo... Un ex presidente que apenas distinguía "El Chido" de "Borgues".

Un cantante (profesional) que no se sabe el himno nacional.

Que piensa el mundo de todas nuestras muertas y muertos, nuestros atentados y secuestros.

Para verguenzas y miedos vivimos los mexicanos.

Cómo percibimos nosotros el país con respecto al mundo, a que estatura internacional estamos, puedo pensar que no sólo Tijuana, Ciudad Juárez, secuestro, corrupción e impunidad se relacionan con el nombre de nuestro país en el mundo. Lo de Flojos ha quedado atrás.

Quiero pensar positivo pero de sobra sé (y estoy convencido de ello), que la percepción que tienen los demás países de México y muchos mexicanos es de fracaso. Que somos un país de fracasados.

Nuestro patético grito de guerra en competencias deportivas "Si se puede", qué decir, qué decir.

Sin embargo, abrimos la puerta a cualquier extranjero que viene a pasearse por nuestras ciudades, -a pesar de la prohibición de sus gobiernos-, los recibimos como a reyes pero que pasa con los más de 10 millones de mexicanos que viven fuera del país, ese es un dato significativo, y de esos millones pocos son invitados, la mayoría se han colado por la puerta de atrás, que triste, que triste.

Por eso mejor me quedo callado, haríamos bien los mexicanos en no hablar, en pensar un poco más, en actuar en vez de hablar y gritar: "Viva México Cabrones", deberíamos cuestionar más a nuestro gobierno, nuestra iglesia, nuestra SEP, nuestro SNTE, nuestro IMSS, nuestro PRI y nuestro PAN, nuestra Selección, nuestra UABC, y sobre todo preguntarnos a nosotros mismos, qué somos, y a dónde vamos.

Por eso, mejor me callo.

Aquí estamos.